Una vida profesional exitosa, soltera y con muchísimas ganas de comerse al mundo y no eructarlo. Faitth Archibald se miró al espejo con una sonrisa en los labios, satisfecha con su aspecto y con la vida que tiene.
Dejando un largo suspiro abandonó su habitación para reunirse con su familia, había tenido un hito más y, por lo tanto, sus hermanos se reunieron en la mansión de sus padres para pasar unos días juntos y poder ir a la fiesta de inauguración del nuevo hotel que habían construido junto a su socia y mejor amiga.
Al entrar al comedor inmediatamente inició a bailar. Su hermano mayor, Connor, es un excelente DJ y está haciendo ritmo junto a su esposa Victoria. Ella no dejó de bailar llena de energía junto a sus sobrinas Korly de ocho años y Asteria de trece.
―Así, Korly, dale, Korly, no te detengas Korly. ―Faitth animó a su sobrina que siguiera bailando.
―¿Pueden dejar de hacer que mi hija baile de esa manera? ―Khalil gruñó. ―Cielo, ven a terminar de desayunar. ―La rubita de c