Mundo ficciónIniciar sesiónAMBER PIERCE
Di media vuelta y dejé la bolsa con comida sobre el escritorio de la secretaria, mientras en silencio salía de ahí, limpiándome las lágrimas con el dorso de mis manos y con el corazón roto por haber sido una tonta que confió más de lo que debía, por pensar que Byron sería diferente.
Mis piernas temblaban mientras cada palabra de amor que me había dicho se repetía dentro de mi cabeza, una y otra vez, hasta que perdieron sentido, haciéndome sentir cada vez más estúpida por haberle creído. Era mi culpa por tener un corazón tan confiado y débil.
Entré al elevador sin aire, como si hubiera corrido un maratón, y cuando apoyé mi espalda en el interior, esperando que las puert







