AMBER PIERCE

Intenté mantener mi mente en blanco, sonreír y seguir con mi día, disfrutar de saber que tenía el amor de Byron y que todo estaría bien de aquí en adelante, pero mi alma pesimista no me dejaba en paz, era una punzada en el corazón, constante, dolía, a veces hasta me arrancaba el aliento. 

No sabía si era todo lo que había pasado con mi vida últimamente o había algo más, como si debajo del velo de mi nuevo comienzo con Byron reptara algo desagradable que esperaba el momento exacto para atacarme. 

—¿Señora? —preguntó Jazmín en cuanto me encontró apoyada en la encimera de la cocina, pensando más de lo que debería. La comida estaba hecha, ya casi era hora de que llegara