TYLER
Convencer a mi padre de que aceptara el plan fue más difícil de lo que esperaba.
Cuando le dije que me iba a casar con una mujer respetable para complacer a la junta directiva, no creyó que hablara en serio.
Pensó que lo estaba tomando el pelo porque estaba molesto por lo de Vivian. Pero le conté todo: cómo había conocido a Gail y cómo ella había aceptado el plan. En efecto, íbamos a casarnos. Su incredulidad pronto dio paso al asombro.
Después de que se le pasó el asombro, se preocupó.
No recordaba la última vez que había visto a mi padre tan preocupado por algo. Su vida siempre había sido lo bastante simple. Había trabajado hasta el agotamiento para construir la empresa, y eso era admirable. No recordaba un solo día en que el dinero hubiera sido un problema—siempre tuvimos más de lo necesario. Mi padre nunca pareció pensar que pasar tiempo conmigo fuera importante. Estuvo bien con dejar que las niñeras me criaran. Parecía tomarse la vida con calma.
Pero ahora, esto del matrimo