SON NUESTROS

― ¿Qué clase de hombre le habla a su esposa de esa manera? ¿Tolerarlo? ¿Aceptarlo? Debes ser muy sínico para poder hablar de esa manera de tus hijos…

―Estaba ebrio, abuela, solo…

―No quiero escucharte, no quiero siquiera saber que existe, pero ¿Qué más puedo hacer? No eres más que un bastardo terrible que ha hecho sufrir a su mujer, ¿para eso querías casarte con tanto ahínco? ¿Para eso querías ser el esposo de Sanda? ¿Para negarle un privilegio que tenemos las mujeres?

―Considero que eso de tener un hijo, no es más que algo que ha sido inculcado por algo patriarcal…

—No digas estupideces, no digas tonterías, es cierto que es algo patriarcal, pero ¿cuándo he dicho que es una obligación? He dicho que es un privilegio, uno que tu mujer desea, ¿Por qué ella no puede tener esos hijos? ¿Por qué tú no puedes apoyarla en esto?

―No es tal fácil, pero se lo dije si eso la hace feliz, yo…

―No te atrevas… No te atrevas porque soy capaz de golpearte, algo que jamás he hecho en mi vida y tal vez te
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