Capítulo 75
Augusto veía el paisaje pasar por la ventanilla del jet privado, pero sus pensamientos estaban a kilómetros de distancia. Tan pronto como embarcó de vuelta a São Paulo, abrió el nuevo celular, ahora con su número antiguo reactivado. Lo primero que hizo fue escribirle a Patricia.
"Patricia, por favor, respóndeme. ¿Dónde estás?"
Esperó unos minutos. Ninguna respuesta. Intentó nuevamente.
"Necesito oír tu voz, saber que estás bien..."
Más silencio.
Con los ojos fijos en la pantalla, tecleó otra vez.
"Por el amor de Dios, necesito saber si ustedes están."
Su corazón latía apretado en su pecho. El dolor de la ausencia de Patricia parecía crecer con cada kilómetro que lo llevaba de vuelta a casa, una casa que ya no tenía sentido sin ella.
Intentó llamar.
"Este número no está aceptando llamadas en este momento."
Intentó otra vez. El mismo mensaje frío y automático.
Augusto dejó que el celular se deslizara de sus manos, sintiendo una mezcla de frustración, rabia y desesperación. S