Capítulo 32
Max envolvió la cintura de Natasha con su brazo firme, tirándola más cerca de sí. Ella soltó un suspiro de deseo, incapaz de ocultar el anhelo que ardía dentro de ella. Sin romper el contacto visual, Max se levantó del sofá, todavía sosteniendo a Natasha contra sí, y comenzó a caminar hacia el dormitorio.
La tensión entre ellos era palpable, y cada paso que él daba parecía intensificar el fuego que crecía entre los dos. Max nunca desvió la mirada de los ojos de Natasha, como si estuviera intentando leer sus pensamientos, entender lo que realmente ella quería, lo que él mismo deseaba.
Cuando llegaron a la puerta del dormitorio, Max se detuvo por un momento, dudando. Sabía que, una vez que cruzaran aquella puerta, no habría más vuelta atrás. Su cuerpo clamaba por ella, pero su mente todavía intentaba luchar contra lo que estaba a punto de suceder.
"Natasha..." murmuró él, su voz cargada de emoción e incertidumbre.
Ella no respondió con palabras. En cambio, sus dedos se desli