Capítulo 10

Dicen que cuando mueres por dentro, el cuerpo solo espera a que el alma se rinda.

Yo ya no estoy viva.

No desde que sentí la sangre tibia correr entre mis piernas y supe que mi bebé se había ido.

Kai lo miró todo con indiferencia, se reía disfrutando ver cómo me retorcía del dolor mientras lo perdía

No se cómo puede doler tanto, y no hablo del dolor físico porque ya mi cuerpo se siente adormecido, no se cómo mi corazón se rompe en pedazos cada vez que recuerdo el pequeño latido que escuche solamente un pocos minutos.

No sabía que estaba embarazada, de haberlo sabido quizás hubiera luchado más pero ahora el hubiera ya no existe; ahora solo me queda el consuelo de que no sufrirá lo que yo estoy sufriendo en estos momentos, de que se quedó puro y sin manchar.

Esa noche entendí que no hay fondo cuando el abismo tiene tu nombre grabado.

No me queda nada.

Ni mi futuro.

Ni mi manada.

Ni mi hijo.

Ya ni siquiera me quedan lágrimas para llorarlo.

Y aun así… todavía estoy respirando.

A veces m
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP