[ARI]

La veo pasearse por el salón, al mismo tiempo que el del trasero de Capitán América entra por onceava vez al apartamento con una de las cajas de perfumes de Elena. Difer contonea sus caderas y el chico, automáticamente, tropieza entre mis maletas aun tiradas y deja caer la caja, lo que le saca un grito ensordecedor a mi hermana.

Difer cubre su boca, me mira con un guiño y después le entrega un papel doblado al sujeto.

Me sonrío desde mi sitio a la orilla del balcón y continúo observando por la ventana, intentando ignorar los gritos de Elena y las disculpas del chico.

Diez minutos después la puerta resuena con dos toques y, para mi desgracia, muchos sujetos más llegan con nuevas cosas.

Y si, solo ahí Elena se calma y comienza con su mala actuación de gata en celo.

Ruedo los ojos.

—Tu hermana es insoportable —bufa mi mejor amiga —. Pero fue lindo fastidiarla un buen rato. Vendré más seguido.

El olor a perfume se extiende y, aunque huele bien, siento que me sofoca.

De hecho, todo a