[CONTINUACIÓN]

Diez minutos pasaron y continué con mi trabajo como de costumbre. Cambié algunos tubos de suero, limpie las mangueras de oxígeno de los pacientes y anoté los datos de algunos pacientes recién internados. Todo en la tarde marchaba bien, por más extraño que eso fuera, hasta que Ethan pasó enfrente del mostrador y me sonrió, acercándose.

—No te lo había dicho, pero si no hubiera conocido a mi esposa, tú y yo estuviéramos casados.

Elevé ambas cejas con diversión.

—Te ves contento. ¿Sucedió algo?

—Define algo.

—Algo: Una buena noche y mañana, tal vez.

—Más que eso —dijo malicioso —. Mi esposa está embarazada.

—¡¿En serio?! —la nostalgia y la alegría que reflejé en mi sonrisa fue tan genuina, que no pude evitar salir del mueble de recepción para envolverlo en un fuerte abrazo —. ¿No es una broma, verdad? —tomé distancia para mirarlo a los ojos. Ethan ensanchó su sonrisa y negó —. ¡Felicidades, Ethan! ¡Serás un excelente papá!

—¿Cómo tío?

Regresé a mi lugar, pero manteniendo s