Adelaida llegó a la pizzería y se abrazó a la nona, la dulce señora le dijo de una vez:
–¿Lo confirmaste?, ¿te hiciste una de esas pruebas caseras?
–Si nona, dio positivo.
–¿Dónde está tu marido?
–No tengo. Justo me mudé porque terminó conmigo de la manera más cruel y acabábamos de pasar la noche juntos.
–Lo siento mucho, pero ahora debes cuidarte y lo primero es ir al médico.
–Sí, pediré cita con el doctor Giovanni, debe venir hoy en cualquier momento, ¿quiere ayuda con esa cesta de tomates?