Para el día que la niña cumplía su tercer mes de nacida, comenzó un movimiento extraordinario en la casa y Adelaida se extrañaba de tanta actividad, entonces buscó a Catalino y le preguntó:
–¿Qué está pasando aquí?
–¿El jefe no te ha dicho?
–¿Qué tiene que decirme el jefe?
–Pues lo que sucede en la casa.
–Lino, Lino, habla.
–¿Tú quieres que yo amanezca flotando en la piscina?, te quiero, pero a este cuerpecito con esta vidita, lo quiero más. Ten paciencia.
–¿Y dónde está el jefe?
–¿Tampoco te dijo?
–Ya Lino, por favor.
–Salió, por ahí, para la calle.
–Ay, cuando te pones así a taparle todo, te odio.
–Ese embuste no es verdad, me quieres y mucho.
***
La noche anterior Javier le comentó a Catalino que ya tenía todo listo con los invitados especiales, porque Vittorio y Adela llegarían al mediodía debido a que viajaron en su propio je