Capítulo cuarenta
Pov Len
Su pequeño cuerpo me da la espalda con toda la confianza del mundo y detengo a Laia y Neal quienes avanzan hacia ella con paso decidido.
No lo hará... No entrará ahí.
No está tan loca de la mente, ¿cierto?
Su agitado corazón se tranquiliza y da un suspiro largo soltando su cuerpo, amarra su cabello completamente y de la nada sus pies corren hacia el fuego abrazador.
No, estaba equivocado, ella definitivamente está loca de la cabeza.
Precisamente eso es lo que nos enamoro de ella, y lo sabes.
No estoy de humor, Hert.
Mis brazos y cuello empiezan a arder por el dolor que está sintiendo Zuani y aprieto la mandíbula al verla en llamas sobre el suelo, dejo cor