Capítulo treinta y nueve
Un gran estruendo llama mi atención y de la casa veo como salen la mayoría de vampiros con sangre en su boca, los pocos lobos que hay se transforman algo lejos y confundida volteo a ver a Len.
—¿Qué está pasando?
—Ya empezó...
—¿Empezó qué?
—La guerra, —me dedica una rápida mirada —es justo media noche y es el momento perfecto.
—¿Pero y los vampiros llenos de sangre?
Alza una de sus cejas —eres inteligente, Zuani. Hazte una imaginación.
Señalo la casa con música retumbante —quiere decir que con comida te referías a que todos los humanos ahí dentro serían... Ya sabes.
—Sí —dice