Capitulo 2: Una batalla entre lobos

Nathan al ver cómo su madrastra tenía a Emma agarrada del cuello, enfureció, él siempre quería cuidar de Emma. 

Cuándo la vió en peligro, enloqueció por completo. Se abalanzó sobre la mujer de su padre, y la empujó, lanzándola con fuerza al suelo.  

–¡No tienes ningún derecho en ponerle una mano encima! Y no me importa lo que tenga que hacer para que lo entiendas. ¡Es sólo una niña! ¿Por qué le haces esto?

–No entiendo por qué te importa tanto esa niña, ni siquiera es miembro de esta familia, ni siquiera es de nuestra raza. ¿No lo entiendes? –la madrastra de Nathan estaba furiosa, quería matar a Emma, sin importar qué podría suceder sí lo hacía. 

–Yo decidí adoptarla, cuidarla, yo soy el futuro Alfa de esta manada, y tú debes respetarme. Ella es mi responsabilidad. No vas a pasar por sobre mí –Se acercó amenazante a su madrastra, quería agarrarla por el cuello y hacerle lo mismo que ella le había hecho a su pequeña niña. No podía perdonarla.

El ambiente estaba tenso, Emma no podía ver nada, pero sentía el enfado de su guardián en cada palabra que decía. 

Su madrastra sin darse cuenta, había empezado a temblar, a pesar de ser la esposa del Alfa de la manada, sus instintos no fallaron. 

Nathan quería matarla, estaba cegado por su furia. Había tocado algo muy valioso para él. 

–¡Harold! ¡Harold! –Su madrastra empezó a gritar, llamando al padre de su hijastro, para que acudiera a su socorro y fue cuestión de poco tiempo, para que el padre de Nathan se encontrara en medio de ellos.

Su padre analizó la situación en cuestión de segundos, la chica pelirroja estaba con la mano en el cuello, aún con dificultad para respirar. 

Su esposa estaba también en el suelo, y su hijo mayor estaba parado delante de su madrastra y se podía oler su adrenalina y su sed de sangre. 

Su padre nunca había visto a Nathan tan enojado.

–¿Qué diablos sucede? ¿Por qué estás en el suelo Brittany? –Harold miraba a Nathan con frialdad, ya sabía lo que había sucedido –. Levántate, y sal de la habitación, ¡Ahora! –Britanny no lo pensó dos veces, y salió. 

Fue un alivio para ella salir de esa situación de peligro, pero le pareció una situación completamente humillante. 

Nunca se había sentido tan humillada, era la primera vez que alguien le ponía la mano encima. No lo iba a perdonar.

–Nathan. Esta niña no pertenece a este lugar. Desconozco por qué quieres protegerla, pero nosotros no la vamos a proteger. Y no voy a permitirte que le vuelvas a poner una mano encima a mi esposa, por esta niña inútil –El padre de Nathan miró a la chica ciega con asco y desprecio–. Quiero que la saques hoy mismo de aquí y no lo discutiré, o la sacas tú o yo mismo me encargo de que se vaya de este lugar. Así tenga que pasar por sobre ti.

Nathan sabía que ya no podría tener a Emma en ese lugar, nada le aseguraba que su madrastra no intentaría matarla. 

No podía enemistarse con su padre, él le tenía mucho respeto. 

Su papá sólo quería mantener todo en orden. Sí quisiera deshacerse de la chica, ya lo habría hecho. Así que sólo pudo calmarse. 

Sin embargo, Emma estaba temblando de miedo. 

–Pequeña, necesito que recojas tus cosas, nos vamos de este lugar, ya no es seguro que estés aquí, y mi prioridad es protegerte. Sé que estás asustada, pero ya todo pasó, todo estará bien. 

–Aún no entiendo qué tiene de especial esta chica ciega –río su padre irónicamente–. Después de conseguirle un lugar, regresas a casa.

–No padre, no volveré. Dije que me voy con Emma, y eso haré, alguien debe cuidarla, y ese seré yo.

–No puedes irte de este lugar, no lo puedo permitir. ¿¡Acaso no entiendes tu posición!?

Nathan miró a Emma temblando, y decidió salirse de la habitación, para que se calmara y pudiera recoger sus cosas. 

Sí iba a discutir con su padre, tenía que estar lejos de su pequeña niña, estaba tan asustada cómo una pequeña presa siendo perseguida por un depredador.

Nathan salió al jardín. Su padre fue detrás de él. 

Esta vez no estaba calmado, no podía permitir que su hijo, futuro Alfa, abandonara a la manada. 

–Te ordeno que detengas esto ya. Eres el próximo Alfa, ¿Qué ejemplo estás dando? –El padre al ver que sus palabras no estaban teniendo ningún tipo de impacto en su hijo, decidió usar la fuerza y se transformó en lobo. 

–Padre, ¿Qué estás haciendo? Por favor no me obligues a hacerlo, no quiero hacerte daño.

El lobo de su padre se le abalanzó encima, y Nathan quedó en el piso, sujetando la boca de aquella bestia de pelaje oscuro, que se mostraba dispuesta a lastimarlo gravemente. 

Así que, no tuvo más remedio que transformarse en lobo, y pelear con su padre. 

Los criados estaban viendo la batalla y nadie era capaz de interferir. 

Mientras tanto, la chica ciega, estaba recogiendo las pocas cosas que tenía, cuándo escuchó el aullido fuerte y claro de un lobo en el exterior. 

Emma se apresuró a salir de la habitación, fue algo complicado bajar las escaleras, pero logró llegar a la salida de la mansión, la puerta se abrió. 

Alguien estaba frente a ella. 

–Emma, tenemos que irnos ahora… –respiraba Nathan con dificultad, le tomó la mano a Emma. 

La pequeña sintió un aroma muy extraño, la mano de su guardián estaba fría, no estaba cálida como de costumbre y estaba mojada. 

Ella rápidamente se llevó su mano a la nariz, la olió y se dió cuenta de que era sangre.

–¡Nathan! –Su grito hizo eco en la mansión.  

Aquel hombre de hermoso aspecto, se había derrumbado en los brazos de su querida niña. 

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