Capítulo 133
Alex estaba furioso, temblaba y su respiración era agitada.
Durante mucho tiempo había tenido miedo de que esta verdad quedara al descubierto, tenía que asumir lo que mi silencio había provocado.
—¿Por qué me mentiste? —me dijo mientras sus manos temblaban —. Me dijiste que mi madre estaba muerta. ¡Tú me lo dijiste, Mía! ¡Me lo dijiste a la cara!
Me dolió que me llamaras por mi nombre y tu mamá.
Paulina se acercó de inmediato, lo tomó del brazo con suavidad
—Amor, por favor… —le susurró—. Escúchala primero, no aqui, Pide hablar con ella en privado, te lo ruego, Mía siempre buscando nuestro bienestar.
Él apretó la mandíbula, se notaba que no quería ceder, pero la mirada de Paulina lo calmó un poco.
Asintió con rabia
—Vamos al estudio —dije sin mirarlo directamente —. Necesito explicarte todo, mereces escuchar la historia.
Caminamos por el pasillo en silencio.
Antes de entrar al estudio, vi a Xiomara recargada contra la pared, como si estuviera esperándome, Me miró con bur