Capítulo 124
La situación escalo
Mark y Mercurio se empujaban frente al altar, mientras los invitados los miraban.
Los dos estaban descontrolados, sin importarles que toda la manada los mirara. Las miradas era retadoras, esperaban a ver quién daba el primer golpe.
—¡Rómpelo! —gritó Mercurio de nuevo—. ¡Hazlo ya, Mark!
—¡No puedo! —respondió Mark con la mandíbula apretada—. No tienes idea de lo que significa romper un lazo así. ¡La convertirías en una loba rechazada! ¿Sabes lo que eso haría con su alma?
—¡Prefiero eso a verla atada a ti! —le gritó Mercurio, con los ojos llenos de furia —. Prefiero que sufra eso antes que verla conectada con alguien que no sea yo.
—¡Estás enfermo! —gruñó Mark, y volvió a empujarlo —No puedes desearle eso a la loba que amas.
Se miraban con odio, yo estaba aterrada, en ese momento no se miraban como hermanos, si no como enemigos dispuestos a llegar a las últimas consecuencias
Mía y Xavier tuvieron que intervenir en ese momento para evitar una tragedia.