Con Edwuard pisándome los talones caminé a pasos agigantados hasta el epicentro de la pelea.
Sabia que esa mujer me seguía sin prisa alguna, pero venía tras mis pasos, burlándose.
Agarre varias esferas de mi cinturón y las tiré en diferentes lugares, son especiales, ellas explotaran de la forma que yo necesite en el momento indicado. Espere a que ella apareciera en mi campo de visión sonriendo, viéndolo todo. Era lo suficientemente valiente para pasearse tranquilamente mientras las espadas y zarpazos iban de un lado a otro. Había varios de los suyos cuidando su espalda en puntos claves.
Bostezó y se cruzó de brazos.
-¿y bien? ¿no que me matarías, niña?
Se rió y levantó la mano, los suyos retrocedieron luego de dar un golpe fuerte a nuestros soldados. Agarré a uno de ellos en el proceso y lo mantuve de pie.
Con un asentimiento él muchacho regresó a su posición, atrás de nosotros. Cristal y su pareja se colocaron junto a Edwuard.
-¿no tienes un modo de hacerlo, verdad? La vara está en