Capítulo 33.

Anna:

—Bien papá, estarás trabajando con ellos —señalé a los chicos—, mi papá les dará las instrucciones, espero que hagan un excelente trabajo.

—Sí señora.

—Vamos papá.

Ya las remodelaciones a las escuelas comenzarán dentro de poco, Levi se encargó de buscar el material y los trabajadores, pusimos a mi papá a cargo en la escuela más grande y la que necesitaba más remodelaciones que las demás.

Él estaba emocionado por este proyecto, a mi igual porque estaremos ayudando a muchos niños con su educación. También tendremos dotaciones de libros, pupitres, escritorios y computadoras para todos, quiero encargarme de que a cada niño no le falte nada.

Salude a algunas personas que estaban del otro lado de la calle al igual que la prensa. Es un poco molesto que los de la prensa me sigan a cada sitio al que asisto, es realmente molesto tener que verlos a todos y escuchar hacerme preguntas absurdas.

—¿Emocionado por trabajar? —le pregunté a mi papá mientras caminábamos por toda la escuela.

—Un poco, pero temo no hacerlo bien.

—No te preocupes —nos miramos—, se que lo harás bien, confío en ti.

—Gracias por confiar en mi hija —nos detuvimos—, se que no nos conocemos lo suficiente pero... Te adoro —me dijo con ansia—, se que cometi muchos errores con tu madre, que mi adicción al alcohol la empujó a dejarme y no la odio, de hecho me alivia que se haya ido de mi lado, conmigo no hubiese tenido una buena vida.

Se ha esforzado mucho en demostrarme que es un hombre bueno, puede que aún no confíe del todo en él, pero si puedo ver la sinceridad salir de sus labios. Me da tristeza que nos hayamos conocido así, después de muchos años.

—Prometo que voy a hacer mi mejor esfuerzo para que me quieras —el tomo mis manos—, no tenia una razon para vivir, hasta que te vi en aquella televisión, se que no la pasaste bien y te prometo que lo que me quede de vida, yo voy a cuidarte hija.

Mire hacia otro lado, no quería que él me viera llorar por nada del mundo. Luego sentí un abrazo de su parte, yo me aferre a él, me sentí como una niña pequeña en sus brazos, así como cuando mamá me abrazaba si estaba triste o enferma.

—Tranquila hija —acarició mi espalda.

—Lo siento —nos separamos del abrazo—, aun no me acostumbro a tener un papa —sorbí mi nariz.

—Y yo a tener una hija —ambos reímos—, pero podemos aprender con el tiempo, lo que me queda de tiempo, podremos conocernos mejor —le asentí.

—Claro que sí, mejor dime, ¿quieres comer? Podemos almorzar cerca de aquí..

—Claro que sí.

Caminamos hacia la salida, le pedí al de mi seguridad que alistara todo y a Molly que buscara un restaurante para que mi papá y yo pudiéramos comer a gusto, se que no lo haremos de manera cómoda porque habrán reporteros vigilandome.

Aún no he dado el anuncio que el es mi padre, pero es más que obvio que todos lo saben, hablaré con Leví para que le ponga seguridad mientras esté trabajando en la escuela, no quiero que ningún reportero se le acerque con malas intenciones, porque se que le harán preguntas sobre mi, en donde ha estado, porque ha aparecido a estas alturas de mi vida entre otras cosas más.

No quiero que nadie lo moleste, conozco lo venenosos que pueden ser algunos de esos reporteros.

Estoy tratando de mantener mi vida lo más privada que se pueda, ya tuve suficiente cuando todos supieron que me casaría con Levi y hablaron cosas de mi que jamás fueron ciertas y me convertí en la mujer más odiada de Austria.

Todos me odiaron e iniciaron controversias a mi alrededor. Odio con toda mi alma las cosas que dijeron de mí, todos los ataques, los comentarios, todo. Todas esas personas me hicieron la vida imposible, me compararon con Cassandra, jamás se me va a olvidar todo lo que me hicieron pasar.

Agradezco mucho no haberme vuelto soberbia o mal educada con nadie, aunque sí debí hacerlo, no puedo rebajarme a su nivel, ellos no son más que escorias que buscan el chisme para poder monetizar con la vida privada de los demás.

A nadie le importo si me hacían daño, nadie prestó atención a cómo me sentía, todos ellos son unas escorias.

—Llegamos, su majestad.

Me abrieron la puerta y bajé del auto con mi papá para después entrar al restaurante, al hacerlo, todas las miradas se posaron en nosotros, algo muy común ya que siempre me ven con Levi.

El gerente nos llevó a una mesa que estaba bastante apartada, cosa que agradecí mucho. Nos dieron la carta y se retiraron.

—¿Cómo no te sientes abrumada con tanta atención? —mire a mi papá.

—Sigo sin acostumbrarme —le respondí—, solo que he aprendido a disimularlo muy bien..

—Yo no podría con tantas atenciones, me sentiría expuesto.

—Pienso igual, pero así es mi vida ahora —suspire—, mejor pidamos algo ¿si? —sonreí un poco—, ya he venido con mi esposo antes, hacen un pescado realmente delicioso.

—¿Ah sí? Lo pediré entonces... Mientras comemos, ¿qué dices si nos conocemos mejor?

—Me parece una buena idea —él sonrió.

El mesero llegó para anotar nuestras órdenes, pedí algo sin alcohol para ambos, sé que lleva mucho tiempo sobrio y quiero que así se siga manteniendo. Puedo ver que se esfuerza, así que debo cuidarlo.

Verlo así tan indefenso me hace pensar en todas las carencias que tuvo que pasar antes de llegar aquí. No justifico sus acciones, pero me alegra mucho que haya recapacitado y se haya redimido. Me alegra saber que ahora es un hombre distinto y que aprendió de sus errores.

—¿Conoces a tu esposo desde hace mucho?

—Si —respondí—, nos conocemos desde que éramos niños —tome de mi jugo—, antes de casarnos éramos amigos.

Y ahí sí comenzó nuestra conversación, retomando lo que comenzamos, conocernos, así puedo saber un poco más de mi papa.

(...)

Más tarde:

Regresamos al palacio juntos, mi papá se fue a descansar un rato, yo seguí caminando hasta el despacho de Levi, no se si esta ahi pero me arriesgare, toque la puerta, luego escuche el pase de su parte, al abrir la puerta lo vi a él reunido con otro hombre.

—Linda —se puso de pie para venir hacia mí y darme un beso en los labios—, hola.

—Hola —lo mire—, ¿interrumpí su reunión? —le pregunté en un susurro.

—No, viniste en buen momento —tomó mi mano para llevarme hacia donde estaba el otro hombre—, te presento a Harry De Soete, mi amigo y Rey de Holanda.

—Un placer su majestad —dije rápidamente—, Anna Newt.

—El placer es todo mío su majestad —estrecho mi mano levemente—, al fin la conozco.

Era la primera vez que veía a Harry De Soete, Rey de Holanda.

Harry es de la misma altura que Levi, su piel es muy blanca y su cabello era mucho más rubio que el de Levi, los mismos ojos azules y sin un rastro de barba, musculoso y elegante.

—Levi me ha hablado mucho de usted —dijo—, es un placer conocerla.

—Espero que te haya dicho cosas buenas —rei un poco.

—Oh claro que sí, me estuvo contando sobre sus proyectos en los colegios —sonrió—, es realmente admirable.

—Muchas gracias su majestad

—Llámame Harry.

—Claro.

—Harry vino a quedarse un par de días —mire a Levi—, estamos con otro proyecto.

—Oh entiendo.. Bueno, los dejo trabajar —el asintió—, un gusto conocerte, Harry.

—Igualmente Anna.

Levi me dio un beso en la mejilla y yo salí del despacho, quería ir a descansar un poco. Supongo que cenaremos junto a Harry, creo que recuerdo haber oído de él hace mucho, si, Levi me dijo que él junto con León son amigos, luego que Harry había tenido un grave accidente hace tiempo y que estuvo al borde de la muerte.

Iba caminando hacia mi habitación cuando divisé la puerta de la habitación de Cassandra abierta. Caminé un poco más hasta llegar a la puerta, todo estaba revuelto.

¿Qué demonios pasó aquí?

Entre por completo a la habitación, jadeé al ver el cuadro de Cassandra completamente destruido, la ropa de los bebés de Levi estaba hecha pedazos, los jarrones estaban destrozados y los libros que ella solía leer estaban en el suelo.

—Dios, ¿qué pasó aquí? —Rápidamente comencé a recoger todo, ¿quién habrá hecho algo así?

Opte por recoger los libros que estaban en el suelo, los tome y los deje en la estantería, tome otro libro y cuando lo alce, cayó un sobre, mi ceño se frunció al ver que en el mismo estaba escrito mi nombre.

Tomé aquella carta y me senté en el sofá para abrirla. Al hacerlo, vi que era la letra de Cassandra, jadeé al ver que era de la misma fecha en la que ella había fallecido. Con un poco de duda, comencé a leerla.

"Querida Anna,

No sé por dónde empezar, ya que escribir estas palabras mientras estoy luchando contra esto. Sé que mi tiempo aquí se está agotando y que el destino ha decidido separarme de Levi de manera inesperada. Lo que más me duele es que mis hijos también partirán conmigo, y no hay consuelo suficiente para mi en este momento.

Quiero que sepas que Levi ha sido mi mayor alegría y mi refugio en los momentos duros. Su amor y su compañía me han dado fuerzas para enfrentar cada día, y es por él que he podido mantener la cabeza en alto. Él es un hombre increíble, lleno de bondad y de amor, y no puedo soportar la idea de que sufra cuando ya no estemos aquí.

Por eso, te pido con todo mi corazón que cuides de él en mi ausencia. Sé que es una gran responsabilidad y que no será fácil, pero confío en ti más que en nadie. Eres fuerte, bondadosa, compasiva y valiente, y sé que podrás ofrecerle el apoyo y el amor que necesitará para seguir adelante cuando ya no esté. Habrá días oscuros, días difíciles, pero también habrá momentos de luz y esperanza, y quiero que seas esa luz para él.

No permitas que mi memoria se convierta en un peso para el. Quiero que recuerdes los momentos felices, las risas compartidas y los sueños que alguna vez tuvimos. Se crearán recuerdos nuevos porque se cuanto lo amas, así como lo amo yo.

Por favor, cuida de Levi y hazle saber que siempre estaré con él en espíritu. Dile que lo amo con todo mi ser y que mi último pensamiento será para él.

Gracias, Anna, por ser una amiga tan maravillosa y por estar allí para nosotros. Te llevo en mi corazón y en mis pensamientos, siempre.

Con todo mi amor y gratitud.

Cassandra."

Me tape la boca mientras mis ojos se empañaron, ella siempre supo que estuve enamorada de él, siempre lo supo. Mi pecho me dolía, porque yo la apreciaba, ahora me siento mal por haberme enamorado de él y que ella siempre lo supiera.

—¿Qué pasó aquí?

Miré a Levi, estaba parado en la puerta mientras miraba todo destrozado. Se acercó al cuadro de Cassandra que estaba roto. Luego lo toco.

—Yo.. —no sabia que decirle, puesto que tampoco sé que paso aqui.

—No... No... —dijo, se escuchaba un poco desesperado.

—Levi, yo cuando entre todo esto estaba así —mi voz salió temblorosa—, no sé qué demonios pasó y..

—¡¿Quién hizo esto?! —alzó la voz— ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué le hicieron esto a mi Cass?! Dios, Dios, Cass.. —él susurró y su voz se quebró por completo.

—Levi.. —susurré.

Al mirarme pude ver su rostro empañado de lágrimas, también el dolor en sus ojos. Yo retrocedí un par de pasos, pude ver el dolor, la frustración en él, así que lo entendí todo, le había dolido lo que había pasado, a mi, me dolió escucharlo.

Al parecer se dio cuenta de lo que acaba de pasar y lo que acaba de decir, para este punto, estaba rota. Se que le molesta que esto que haya pasado pero..

—Anna mi amor..

—No, no digas nada —negué—, ya me di cuenta de que sigues amando a Cassandra... Jamás la dejaste de amar, ¿verdad?

—No Anna —se acercó a mi—, no es así... No lo pienses eso.. Yo te amo..

No quería escuchar nada, no quería hacerlo.. Estaba por irme pero él me detuvo, al sentirlo abrazarme por la espalda comencé a llorar, me siento como una completa estupida, eso es lo que soy. O tal vez estoy pensando demasiado.

—Anna mi amor —susurró—, no pienses eso por favor —dijo desesperado—, yo te amo a ti, te amo, te amo —me apretó más a él—, no pienses eso, te lo pido. Te amo a ti, te amo solo a ti.

Estoy siendo exagerada, estoy pensando demasiado. El no la ama, me ama a mi, no debo molestarme porque se puso así, este sitio era importante para él. Era lo único que le quedaba de Cassandra y sus hijos. Ahora soy yo la que se siente mal por pensar cosas que no son.

Me siento como una tonta.

Soy una tonta.

Acaricie sus brazos con suavidad para calmarme y calmarlo a él. 

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