ELIZABETH REED
Antes de que nuestros labios se pudieran unir, mi tía salió de la casa, haciendo mucho ruido al abrir la puerta. De esa manera nuestros rostros se alejaron.
—Tía… él es… —¿El amor de mi vida? ¿El hombre por el que había decidido cambiar y que al parecer tenía en su vida a alguien más?
—Soy el profesor Lynch, de la universidad, le doy clases a Beth —contestó Finn ofreciéndole la mano.
—¿Profesor? —preguntó mi tía con desconfianza—. ¿Qué hace trayendo a mi pequeña a casa?
¿Su pequeña? ¿Por qué se comportaba de esa manera tan sobr