RAVEN
Se gira y nuestros ojos se encuentran en el espacio de algunos metros.
Lo veo como me escanea de arriba abajo, sin poder disimular su asombro y lujuria, que esconde con rapidez.
Aparta su mirada y yo intento también dejar de mirarlo como embobecida.
— Alfa— me inclino respetuosamente cuando estoy frente a él.
— Luna – me responde distante, pero algo ronco en su tono magnético.
Me paro a su lado, esperando a recibir las caravanas de invitados.
Estábamos hombro con hombro, solo mirando al camino, sintiendo nuestra presencia y nuestro olor.
No sé él, pero mi corazón está latiendo como loco, anhelándolo y extrañándolo con todas mis fuerzas.
Solo sigo sus instrucciones y rezo porque esta tortura termine pronto.
Viene la primera ronda de invitados y mi atención se desvía un poco a eso.
Eran unos carruajes lujosos, llenos de fanfarrias y tirados por caballos.
Llevaban muchos guerreros para cuidarlos, pero tengo entendido que esos guerreros acampaban en las afueras de la manada y solo