Capítulo 15: Un tío protector.
Raymond pasó una mano por su cabello pelirrojo, hacia atrás. El gesto dejó ver una sombra de cansancio que duró un parpadeo, nada más.
Él volvió la vista a la camilla, examinando a esa hembra dormida.
—La tendré vigilada —dijo ese Rey Alfa, con gesto simple—. Dormirá de ahora en adelante, en mi habitación.
El golpe invisible que esas palabras lanzaron contra Malahia fue cruel, doloroso…
La castaña se quedó helada, los labios abriéndose apenas. Su máscara perfecta se quebró del todo por un segundo.
—Mi Rey Alfa… —atinó a decir ella, pero la voz se le ahogó en la garganta.
Raymond la miró un instante, como si su presencia fuera un ruido al margen. Luego desvió la mirada hacia Ayseli.
Esa hembra albina, respiró hondo sin despertarse.
El camisón blanco se pegaba a su vientre apenas ligeramente crecido, que subía y bajaba con suavidad. Las manos, antes crispadas, descansaban ahora a los costados, flojas.
—Preparen un traslado inmediato —ordenó ese macho a los médicos—. Nada qu