“No puedo creer que me enamoré de la hija del Rey del Inframundo y que, al mismo tiempo, es el enemigo más fuerte que tiene mi padre. No se si llamarlo padre, porque nunca estuvo conmigo cuando más lo necesitaba”, se decía a sí mismo, mientras veía la foto de los dos en la playa.
“Nuestro amor, nunca irá más allá que esto”, dijo Francesca, mientras entraba a la casa.
“Lo mejor será renunciar a lo que sentimos antes que nos hagamos daño”, dijo Alexander, al mismo momento en que empezaba a llorar.
“Yo pienso igual que tú, desgraciadamente, esto nos supera enormemente”, dijo Francesca, también llorando.
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