Capítulo 159. Una razon para vivir.
Dominic
Corté la llamada. Dejé caer el teléfono sobre la cama vacía. Me quedé de pie, con el pecho agitado y los ojos clavados en la pared.
Una sobrina.
La hija de Liliana.
El mundo me acababa de entregar una nueva razón para vivir… y una nueva excusa para matar. Y yo… yo estaba listo para ambas cosas.
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Las palabras de Irina aún ardían en mis oídos cuando cerré el puño sobre el celular y lo lancé contra la pared. El estallido del vidrio fue como una señal. La última que necesitaba.
—Reúnan a todos —ordené mientras salía del club con pasos firmes, como si mis pies estuvieran clavados al fuego y solo pudiera avanzar hacia adelante.
En menos de treinta minutos, estábamos en la sala de mando. El aire olía a pólvora contenida. En la mesa, mapas digitales, informes, fotos satelitales. Siberia. Terreno helado, inhóspito, hostil. Perfecto para los demonios como Taras.
Y perfecto para que uno como yo los cazara.
Yuri llegó primero, sobrio, atento, con los ojos afilados como cuchillas. And