Se tomó la libertad de hacer un ajuste en la agenda del día. En lugar de ir a la planta de motores, habló por teléfono con Aidrian Lane, el jefe de planta, y le comunicó que Francis iría en su lugar. El hombre estuvo más que encantado con la noticia y le aseguró que le informaría a Francis todo lo que necesitaba saber; además, le dijo que le haría llegar un reporte detallado de manufactura.

Posterior a la llamada, Francis se marchó de la oficina, prometiendo que haría todo lo posible para empaparse con el trabajo que se hacía en ese sector de Chrome Machine. Por supuesto, su asistente se enteró de su osadía y recibió un regaño de su parte por haber hechos cambios en su agenda.

—Usted no puede simplemente hacer esas cosas, señor. El señor Francis todavía no está listo para esas responsabilidades. Usted tiene la obligación de estar a su lado y ser su guía dentro de Chrome Machine —vociferó su asistente, mirándolo con los ojos entrecerrados.

—Francis estará bien, Johari —profirió, arq