El colibrí de la empresa.
Las cosas estaban un poco muy revueltas. Sobre todo porque Francis andaba revoloteando como un colibrí de flor en flor o, bueno, algo así. No es como si viera a su hermano como un colibrí, pero el comportamiento bien se asemejaba a uno. En el caso, Francis había estado yendo y viniendo a la empresa, haciendo consultas con los ejecutivos y hablando con sus abogados. Todo lo referente a la renuncia de Delclaux llegó a su fin. Todo quedó en “buenos” términos. Los abogados hicieron un buen trabajo, de eso no tenía duda alguna. En cuanto al estado actual de la empresa, ese era otro tema.
Por un lado, estaba tranquilo ahora que Delclaux Luciano quedó completamente fuera de Chrome Machine. Por otro, aún le quedaba lidiar con la Junta Directiva y poner en marcha el nuevo proyecto que su hermano había presentado.
Al menos tenía el fin de semana para poder descansar o, en todo caso, tratar de hacerlo.
—Ya estoy de regreso —enunció su hermano, ingresando a la oficina.
En serio, no estaba con