Observé cómo tía Josefina asintió lentamente, sus ojos reflejando el peso de la verdad que había descubierto.
—Sí, estoy segura. Pero eso no significa que no esté en peligro. Si descubren que los hemos descubierto, podrían intentar silenciarnos. No podemos subestimar de lo que son capaces —dijo, guardando silencio mientras veía a Ivory Cloe moverse en la cama buscándome. No pude evitar correr a darle la almohada que ella abrazó en su sueño. Sentí una gran impotencia, furia y dolor. La magnitud del crimen que había realizado mi madre era abrumadora. Teníamos que actuar, pero con cautela si queríamos desmantelar la red de tráfico humano y llevarlos a la justicia. No podíamos permitir que esos monstruos siguieran operando impunemente. La tarea era titánica, ya que había muchas figuras de poder involucradas.&m