~Analía~
Dejo salir una bocanada de aire al ver que he terminado todo lo que tenía pendiente, por más inteligente que pueda ser me siento agotada, han pasado muchas cosas los últimos días que todo el peso lo siento encima.
A veces quisiera que mi vida fuera normal como la de antes, que del trabajo regresara a casa y mis papás me estuvieran esperando, y que mi hermana me recibiera con un abrazo, eso siempre me hacía sentir que tenía una bonita familia. Todo eso se arruinó.
Necesito un respiro.
—¡Anita!
La pequeña voz de Alejandro me hace sonreír, se me tira encima para darme un abrazo que le correspondo. Este niño me ha robado el corazón en pocos días.
—Pero mira qué guapo —le lleno la cara de besos—. Verte me alegra las mañanas.
—Es que pasas trabajando, le diré a mi tío que te deje descansar.
Suelto una risita al ver su cara de molestia.
—Tu tío está loco, no hay que prestarle atención.
Nos reímos.
—Sí, pero no le digas que yo también pienso lo mismo.
Chocamos nuestros puños. Lo