~Analía~
Camino de un lado a otro sin saber qué hacer, estoy ansiosa y no me puedo quedar sentada, no quiero malas noticias este vez, yo debí asistir al operativo, es una lástima que no me hayan dejado. Me voy a quedar sin uñas.
Desde temprano me vine para saber lo que estaba pasando, han pasado casi seis horas y no han regresado, sabía que el operativo sería extenso, pero nunca pensé que tanto. Necesito saber lo que sucedió o voy a morir de la desesperación, lo peor es que no puedo llamar a nadie, todos dejaron los celulares por orden de la organización.
—Señorita.
La voz del jefe me hace reaccionar y me volteo con rapidez, está sucio y despeinado. Puedo sentir todo mi cuerpo temblar.
—Dígame que por favor lo lograron.
Deja salir una bocanada de aire.
—Sé cuánto habías esperado esto, así que… —me mira detenidamente, y vuelve a abrir la boca—. A partir de hoy no tienes deudas con la justicia y eres libre de antecedentes. Puedes volver a seguir con tu vida sin preocupaciones.
Trato