Nada más marcharse Giovani del despacho y cerrar la puerta, Fabricio se levantó de su sillón y se acercó hasta donde yo estaba
— Entonces ¿te presento al cabrón que no se deja manipular por mi? — me preguntó
— Vamos y presentamelo, intentaré convencerlo, pero si no lo consigo, no me lo vaya a tomar en cuenta, ya que yo haré todo lo posible por que se asocie con ustedes — le dije
— De acuerdo, entonces acompáñame — me dijo, acercandonos los dos a la puerta, abriendola el para marcharnos de su despacho
Nos fuimos al salón mezclandonos con los invitados, seguí a Fabricio hasta el corrillo de hombres que habían en el jardín, metiéndose el por en medio, viniendo hacia donde yo estaba.con un hombre de la misma edad de Giovani mas o menos, traje azul oscuro que se le notaba que era muy caro, pomulos bien definidos, una sonrisa ladina en sus carnosos labios, ojos de color miel y el pelo castaño.
— Alexandra querida, te presento a Martino Moreno, un buen amigo mío — dijo Fabricio
— Es un