Narrador:
Ante semejante descubrimiento, ambas brujas habían quedado sumamente consternadas
- Debemos decirles, Ernestina, ¿no cree? – Sara experimentaba una mezcla de euforia feliz y desconcierto, ante un acontecimiento sin precedentes – A demás el Amo Dilan quedará muy feliz al saber que tendrá un hijo de Aurora, él que tanto la ama
- Sara, no me queda ninguna duda de que Dilan estará muy feliz, al igual que Aurora, no así Caín, claro está, pero ese el menor de los males – suspiró
- ¿Y cuál sería el peor de los males?
- Piensa por un segundo… - se volteó y se sentó en una silla frente a la mesa con la cabeza apoyada en sus manos y los codos en la tabla - ¿Quién lo criaría?
- Lo mejor sería que lo criaran sus padres, o sea la señorita Aurora y el Amo Dilan
- ¿Una vampira y un hombre lobo, líder de una manada? – más que preguntar, rezongó Ernestina – Piensa un poco Sara, más allá de que Dilan no le dé importancia a las antiguas tradiciones, su manada está esperando por una Luna, y Au