POV: Mila

La luz se filtraba débilmente por una ventana alta, rompiendo la penumbra de la habitación donde desperté. Mi cuerpo pesaba, como si hubiera corrido durante días. La cabeza me latía, un pulso sordo que no explicaba. Frente a mí, un hombre de rostro curtido y ojos grises me observaba desde una silla de madera. Víctor. Así se presentó cuando abrí los ojos por primera vez, tirada en una cama desconocida, con el eco de sus palabras resonando: "Te encontré en la carretera, casi muerta". No recordaba cómo llegué ahí. No recordaba casi nada.

—Estás a salvo ahora —dijo, su voz grave, con un matiz que no sabía si era amabilidad o cálculo—. Pero necesito saber quién eres. ¿Qué hacías en ese lugar?

No respondí de inmediato. Mi mente era un rompecabezas roto, fragmentos de imágenes que no encajaban: un bosque oscuro, disparos, un hombre gritando mi nombre. Mila. ¿Era ese mi nombre? Sentía que sí, pero no estaba segura. Lo miré, estudiándolo. Víctor tenía el porte de alguien que alguna v