Escucho ruidos en la habitación y supongo que se han levantado. Llamo a la puerta y no obtengo respuesta. Llamo de nuevo y sigo sin obtener respuesta.
“Su beta está en la habitación de al lado”, ofrece el guardia.
“No, no necesito ver su beta”, digo y llamo a la puerta de nuevo.
No hay respuesta durante unos segundos y cuando me doy la vuelta para irme, la puerta se abre para revelar a un Casper alfa muy enojado.
“Buenos días”, digo y fuerzo una sonrisa.
“¿Qué quieres?”, gruñe.
“Solo quería preguntar si tu hijo está despierto, no hay necesidad de enojarse”, espeto.
Me mira, "no está despierto"
“Está bien”, digo decidiendo no discutir con él en caso de que Javier esté realmente dormido y me doy la vuelta para irme.
“¿Ese es el desayuno papi?”, escucho a Javier preguntar.
Me doy la vuelta para mirar a Alpha Casper, que tiene una expresión de mueca en su rostro por haber descubierto su mentira. “No, no es el desayuno. Es odetta — dijo.” Grita y corre hacia la puerta. Pasa a través de las