Estaba sumida en una depresión horrible después de ver mi vida anterior; las memorias de ella junto a ese hombre no cesaban. Cada noche soñaba con él, con esos ojos azules que se volvían negros y me devoraban sin piedad. La veía a ella en un rincón llorando y culpándose por el monstruo que había creado. La anciana llamada Beth me acompañaba a todos lados y trataba de enseñarme algunas cosas que podrían ser de utilidad en caso de ser secuestrada por él, pero eso no me interesaba; yo solo quería huir de aquí.
Ella y yo estábamos caminando por el bosque, buscando algunas hierbas para hacer algún tipo de brebaje, ya que una de las mujeres estaba enferma.
—Si muero ahora, todo acabará —le dije a la anciana. Ella volteó a verme de inmediato.
—Si mueres ahora, todas lo haremos. Si él no consiguió lo que quería contigo, lo buscará en alguien más, y al no encontrarlo, nos matará a todas —me dijo.
Con cada palabra que salía de su boca, el peso en mis hombros se hacía mucho más grande.
—No sé qu