La ciudad de Eldorheim se alzaba majestuosamente en el norte del Reino del Valle del Norte, rodeada por montañas heladas que ofrecían una defensa natural. Conocida por sus imponentes murallas y forjas de alta calidad, Eldorheim era vital tanto para la protección del reino como para la producción de armas y armaduras. Las Puertas de Acero Inexpugnables y los Guerreros de la Montaña, renombrados por su valentía, formaban parte del aura indomable de la ciudad.
El palacio de Eldorheim era una estructura imponente construida con piedras grises y reforzada con hierro. Torres y almenas decoraban la parte superior de las murallas, proyectando una imagen de fuerza y vigilancia. En el interior, vastos salones con techos altos estaban iluminados por candelabros de hierro. Las paredes estaban decoradas con tapices que narraban las grandes batallas del reino, y las habitaciones estaban calentadas por grandes chimeneas y un sistema de calefacción conectado a las forjas.
Por las imponentes galerías