Valeria sintió que le faltaba el aire mientras veía a Samuel Baxter dirigirse hacia el ascensor.
—¡Maldito infeliz! —exclamó mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos y Nick la abrazaba intentando calmarla.
—Lo siento, Valeria. Si hubiera depositado el cheque no habrías podido quitarle ese di