Nick estaba parado en la puerta, con el ceño arrugado y una expresión como si estuviera listo para derribar aquel lugar a golpes.
—Se-señor… ¡¿qué hace aquí?! —tartamudeó Anna—. ¡Esta es una junta de la línea de diseño nada más!
—¡Esta es mi maldita empresa y yo estoy donde me dé la gana! —rugió N