Valeria lo miró como si se hubiera vuelto loco. No sabía si asustarse o tomarlo en serio.
—Espera, Nick… ¿es de verdad?
—Claro que es de verdad —aseguró Nick acariciando su rostro—. ¿No quieres ser mi novia, revoltosa?
Valeria se mordió los labios y asintió.
—Emmm… sí, supongo… que sí…
—¿¡Supon