Noelia
La biblioteca de la mansión Blackwood era impresionante. Estanterías de madera oscura se elevaban hasta el techo, repletas de libros antiguos y pergaminos que parecían contener siglos de historia. El aroma a papel viejo y cuero curtido impregnaba el aire mientras mis dedos recorrían los lomos gastados de volúmenes que probablemente valían una fortuna.
Había venido aquí buscando respuestas. Después de todo lo ocurrido, necesitaba entender más sobre el mundo al que ahora pertenecía, sobre los hombres lobo, sobre los vínculos... sobre Aidan.
—Veo que has encontrado nuestros archivos familiares —la voz de Eliza me sobresaltó. La hermana de Aidan apareció entre las sombras con esa elegancia sobrenatural que parecía caracterizar a todos los Blackwood.
—Solo estaba curioseando —respondí, dejando el libro que sostenía sobre una mesa cercana—. Hay tanto que no entiendo todavía.
Eliza se acercó con una sonrisa enigmática. A diferencia de las primeras veces que nos habíamos encontrado, ah