*Este mensaje se repetirá en todas las historias publicadas con el fin de que todos los puedan leer*
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Extrañaba con todo mi corazón posar mis dedos sobre el teclado y dejar volar mi imaginación, extrañaba sus comentarios que siempre me hacen llorar de la alegría al saber que lo que hago les gusta y que su cariño sigue siendo el mismo a pesar de mi larga ausencia.
Han sido meses donde me he sentido realmente mal por no poder escribir en lo absoluto, pero mi mente simplemente se quedaba en blanco a la hora de querer escribir algún capítulo. La emoción que un día sentí creando las historias, se fué y no sabía cómo recuperarla.
Para quienes están aquí desde el principio, saben que aproximadamente desde abril del 2023 entré en un bloqueo de escritor que no me permitió continuar con los proyectos que tenía en mente, siendo esta la razones principales de mi ausencia y la pausa de de todas las historias en actualización.
Dos años me tomó poder salir del bloqueo y recuperar la inspiración, fueron meses duros, meses donde me preguntaba si algún día volvería a ser todo como antes. No fué nada fácil luchar con mi mente y obligarme prácticamente a escribir para poder sentirme nuevamente yo, pero sin duda, cada uno de los comentarios que dejaron en mis redes, en los capítulos de cada libro y en mi chat, me devolvieron las esperanzas poco a poco.
No tengo palabras que puedan describir el inmenso agradecimiento que siento al recibir cada uno de sus comentarios, les prometo que sus palabras fueron como curitas para mi alma. Simplemente gracias.
Y bueno, para no seguir haciendo esto más largo, les comento que a partir de hoy TODAS las historias van a edición. Va a cambiar un poco la cosa en relación a los capítulos, la trama seguirá siendo la misma, pero quitaré y agregaré escenas, corregiré algunos detalles que se me pasaron por alto cuando publiqué los capítulos y creo que estaría bien decir que comenzaré de cero.
Creo que esto no me tomará mucho tiempo realizarlo, por lo que me comprometo en hacerlo lo más pronto posible para que puedan seguir disfrutando de todo lo que tengo en mente escribir.
Los cambios los van a comenzar a notar en la historia de Vlad y Ada, decidí comenzar por ahí ya que la inspiración llegó con esos personajes, luego seguiré con la historia de Aleksandra y Damién hasta corregir todas las historias publicadas. (Esta última historia no está disponible en esta plataforma)
Ya luego de terminar con ellos, les anunciaré nuevos proyectos que espero amen tanto como yo.
Sin más que mencionar, me despido con una inmensa alegría al finalmente poder decir con toda seguridad, he vuelto.
Venus ha vuelto.
Los amo.
Un abrazo gigante desde Venezuela.
•Vlad Vólkov• Un gemido de dolor se escapa de mi garganta sin que pueda detenerlo, el dolor punzante en mis costillas me hace retorcerme en la silla en la que me encuentro sentado en contra de mi voluntad y gruesas lágrimas corren por mis mejillas sin parar. La adrenalina y el dolor no me permiten pensar ni actuar con claridad, sé que debo salir de este sitio, sé que tengo que ir a protegerla a ella, pero también sé que la traición en este mundo se paga con muerte y más si se trata de mi propio padre. —¿Quedó claro o necesitas que te lo explique con peras y manzanas? —tomó mi quijada entre su gruesa mano y me obligó a mirarlo directamente a los ojos, mismos que no reflejaban más que rabia y maldad pura. Él no tenía corazón y se estaba encargando de demostrarlo con acciones. Asentí al recordar su pregunta y no pasaron muchos segundos hasta que mi cara giró a un lado por la fuerte bofetada que me propinó. Mi mejilla comenzó a arder al instante, acto que me hizo apretar los puños
•Vlad Vólkov• Jugué con el arma entre mis manos y sonreí al imaginar lo que haría con ella en las próximas horas, sería divertido y estaba ansioso porque acabara la jodida espera. Subí los pies al tablero del auto y me gané una mirada de reprobación por parte de Alek; mi hermano menor. Al carajo, él hacía cosas peores y nadie le decía nada. Solo por diversión, le quité el cigarro de las manos, le di una calada y expulsé el humo de mis pulmones con una sonrisa en el rostro. Sabía que eso lo iba a molestar, pero eso era lo que estaba buscando. Necesitaba su maldita ira en este momento para así poder llevar a cabo nuestro plan, no me servía calmado. —Sigues y te bajo del auto a patadas —advirtió. —No lo harás —respondí seguro y él me miró mal. —Retame. —No lo harás porque me necesitas para joderle la existencia al imbécil que estamos esperando, ¿O me equivoco? —Lo puedo hacer sin tí, te traje solo por diversión. Tenía razón, pero por tratarse del mejor amigo de su mujer, n
•Vlad Vólkov• 3 meses después... Le dí un sorbo a mi trago y esperé pacientemente a que llegara la mujer que había citado en mi auto esa noche. Mi chofer se encontraba en el asiento del píloto esperando una orden de mi parte para poder proceder, pero no me iría de ese lugar sin antes lograr mi objetivo. Necesitaba que Ada supiera que existía y que estaba dispuesto a conquistarla, tenía meses observándola desde las sombras y anhelando por fin poder tenerla entre mis brazos. Luego de tanta espera, por fin había llegado el momento indicado. La puerta a mi lado se abrió y por la misma entró la mujer que estaba esperando. Le sonreí al tenerla sentada a mi lado y ella imitó mi gesto al instante. El chofer bajó del auto y nos dejó solos, tal como se lo había ordenado minutos antes. —Buenas noches —la saludé con educación y reí al ver la mirada que me dedicó al instante. No estaba nada contenta, y la entendía, pero aún así me importaba muy poco. Quería lograr mi objetivo y, si para es
•Ada Sloan•Él imitó mi acto y juntos reímos durante unos minutos donde se me olvidaron todos mis problemas, el lugar en el que nos encontrábamos y mi miedo a estar en un espacio reducido con una persona del sexo opuesto.A los pocos minutos dejé de reír y, sin poder evitarlo, me quedé mirándolo fijamente al igual que él a mí, como si no existiera nada más a nuestro alrededor.A pesar de la poca luz que había en el lugar, pude notar el azul de su mirada y me quedé embelesada con la misma. Tenía unos ojos realmente hermosos, sin mencionar sus largas y abundantes pestañas.Bajé mi mirada hasta sus labios y noté como los relamía al sentir mi mirada en los mismos.El sonido del juego seguía sonando de fondo, pero aún así ambos estábamos muy ocupados mirándonos mutuamente que no le préstamos atención a ese detalle.Era un hombre realmente guapo, cualquier mujer en su sano juicio lo notaría, sin duda.—¿Qué edad tienes, Ada? —su pregunta me sacó de mis pensamientos.—Veintisiete, ¿Y tú?—Tr
•Ada Sloan•Días después...Le di un sorbo a mi café y miré con diversión a mis amigas, quienes se encontraban en mi departamento luego de un larga jornada laboral en el hospital, ellas no paraban de acosarme con sus preguntas sobre lo que había ocurrido días antes en el hospital con aquel guapo hombre. Luego del incidente que pasó en el ascensor, lograron solucionar la falla que había ocasionado que el mismo se quedará sin electricidad. Por lo que afortunadamente Vlad y yo logramos salir ilesos de todo.Obviamente se había armado un desastre en el hospital al descubrir que el ascensor estaba paralizado, por lo que al salir, nos encontrábamos con la mitad de los médicos y personas curiosas al pie de las puertas.Había sido un poco incómodo tener sus miradas encima de nosotros, pero todo eso fue ignorado cuando nos comenzaron a preguntar sí estábamos bien y demás.Luego de eso, nos llevaron a una habitación a revisarnos un poco más a detalle para ver si todo estaba en orden, pues al p
•Ada Sloan•Le sonreí con amabilidad al mesero que nos estaba atendiendo aquella noche y Vlad comenzó a ordenar por mí, pues estabamos en un restaurante italiano y la verdad era que no sabía qué pedir en el menú. —¿Quieres un poco de vino tinto? —su pregunta me sacó de mis pensamientos y solo hasta ese momento me di cuenta de que el mesero ya se había ido y habíamos quedado solos nuevamente. Asentí en respuesta y él inmediatamente sirvió un poco del líquido en mi copa, misma que me llevé a la boca al instante. Gemí bajito al sentir el exquisito sabor del vino en mi palader y no pasó desapercibido para mí como me miró justo en ese instante. Lo hacía como si quisiera denudarme con la mirada, algo que no llegó a incomodarme del todo, pero sí lograr que mi corazón comenzara a latir frenticamente a causa de los nervios.—¿Y qué tal te fue hoy en tu guardia? —preguntó nuevamente haciendome volver a la realidad y le sonreí antes de contestar. —Muy bien, afortunadamente no hubieron tantas
•Vlad Vólkov•Apreté a Ada contra mi pecho mientras veía con odio al tipo que tenía frente a mí y lo apuntaba con mi arma. Era amigo del dueño del restaurante en el que nos encontrábamos, por lo que me importaba muy poco dar un espectáculo en el sitio. Ese imbécil pagaría por haberla tocado de esa manera. No sabía quién carajos era, pero ya lo averiguaría y lo haría pagar por el dolor que le causó a ella, quién lloraba desconsoladamente en mi pecho y me pedía que no hiciera nada. —¿Ahora sí tienes miedo, imbécil? —me dirigí a él con voz dura al notar como había miedo en su mirada y como alzaba los brazos a cada lado de su cabeza dando a entender que se estaba rindiendo. Pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos. Le había advertido que debía soltar a Ada si no quería que las cosas terminaran mal, pero al parecer pensó que mis amenazas eran en vano. —Puedes tener problemas con la policía si llegas a hacerme algo, estamos en un lugar público y tienes un arma de fuego —dijo
•Ada Sloan• Di varias vueltas en la cama y maldije en voz baja al no poder conciliar el sueño. Tenía varias horas en lo mismo y nada que lograba dormir. Un poco frustrada, me levanté de la cama y caminé directamente hasta la cocina, me prepararía un poco de leche caliente a ver si con eso se me quitaba el insomnio. Habían pasado varias semanas desde el incidente que habia ocurrido en el restaurante al que fui con Vlad. Semanas en las que el miedo volvió nuevamente y me hizo sentirme más insegura de lo normal. Temía que Andrei pudiera dar con mi ubicación, sabía que era capaz de hacer todo por saltarse los protocolos del edificio y entrar como Pedro por su casa solo para hacerme daño. No sabía por qué, pero desde que me había conocido se había empeñado en hacerme daño. Había comenzado con pequeñas bromas de mal gusto, luego sus juegos pesados donde pegaba chicles en mi cabello y por último, decidió colarse en mi habitación de noche para tocarme sin mi consentimiento. Razón por l