Ada Sloan
Al ritmo de la suave melodía que se reproduce en mi teléfono, comienzo a quitarme la ropa para ir a la cocina y prepararme algo de comer. Nuevamente, durante todo el día, no he probado casi bocado y mi estómago ruge en señal de reclamo.
Con la pijama puesta, paso rápidamente por el área de lavandería dejando la ropa sucia en su lugar y me dirijo a la cocina tarareando parte de la canción que escogí para cocinar. Dejo el teléfono encima del mesón y comienzo a revisar la nevera para escoger el menú de hoy.
No tengo ganas de hacer mucho, pero mi salud es primordial y no me puedo ir a dormir sin nada en el estómago, así que con este pensamiento en mente, me decido por una pasta a la Carbonara.
Mi teléfono vibra anunciando una nueva notificación y sonrio al saber de quién se trata, rápidamente lo tomo entre mis manos y mi sonrisa se intensifica al ver el nombre que aparece en la pantalla.
Mensaje recibido — 8:34 pm.
Vlad Vólkov.
“No dejo de pensar en tí 🖤”
Sin quita