•Ada Sloan•Le di la vuelta a la pequeña tortilla de omelette que tenía en el sartén y sonreí con emoción al ver lo linda que me había quedado. Y, aunque parecía algo ridículo e infantil, me emocionaba porque era la primera vez que no se me rompia en el sartén y quedaba como huevo revuelto. Esperé durante unos segundos más y cuando sentí que ya había sido suficiente, apagué la estufa y comencé a servir todo en los platos. Vlad se había quedado a dormir en casa, había sido un poco raro para mí el dormir con alguien en la misma cama, pues no estaba acostumbrada y menos desde lo que había pasado con Andrei, pero debo admitir que su cuerpo se había convertido en mi almohada toda la noche. No había sido nada fácil para mí el confesarle toda la verdad con respecto a mis traumas y demás, pero cuando lo vi tan furioso y a punto de explotar, decidí no tentar mi suerte y hablar de una vez por todas. Tenía miedo de lo que pudiera hacer, ya sabía que él era un mafioso y, aunque no sentía temor
Vlad VólkovSolté el cuchillo que tenía entre mis manos y sonreí con malicia al ver el cuerpo inerte de mi víctima frente a mí completamente bañado en sangre. Le dediqué una rápida mirada a mi hombre de confianza y con una seña le pedí que terminara de acercarse hasta donde me encontraba, y así lo hizo. —Elimina todo rastro de lo que pasó aquí, quema el cuerpo y asegúrate de hacer parecer la desaparición de ese imbécil como una fuga de su parte, ¿Entendido? —Asintió al escucharme y satisfecho con su respuesta, comencé a caminar hasta la salida de aquel galpón en el que me encontraba. Estaba muy feliz ese día, pues afortunadamente esa víctima en particular antes de morir me había develado información que necesitaba para poder llevar uno de mis planes a cabo, razón por la que su muerte no fue tan dolorosa como lo tenía planeado. Me quité la camisa y comencé a limpiar mis manos cubiertas de sangre una vez estuve frente a mi coche y mi guardaespaldas abrió la puerta trasera para mí. Su
Ada SloanAl escuchar la voz de Sergei, me alejé rápidamente de Vlad y le di la espalda para ver la silueta de mi hermano aparecer en nuestro campo de visión. Había llegado desde la mañana y había pasado parte del día conmigo, algo que me había sorprendido un poco porque cada vez que venía avisaba, pero hoy había sido la excepción. No contaba con la visita de Vlad, lo que me hacía sentir un poco nerviosa al tener que presentarlos, sabiendo lo celoso que era mi hermano conmigo, pero supongo que ya era una mujer y debía aprender a afrontar las situaciones como tal. Con una sonrisa y los nervios de punta, volteé a ver a Vlad, me paré a su lado y le tomé la mano para poder presentarlos. Aún no sabía que éramos realmente, por lo que no podía presentar como mi novio, pero sí sabía que amigos del todo no éramos y eso solo lograba emocionarme.—Sergei, él es Vlad —lo señalé con una sonrisa en el rostro —. Vlad, él es mi hermano mayor; Sergei. Un silencio sepulcral inundó la habitación, ha
Ada SloanLe di un sorbo a mi café mientras leía las historias médicas que tenía en mis manos e intenté concentrarme en otra cosa que no fuera Vlad. Desde el incidente que había ocurrido en el departamento con él y Sergei, no lo había vuelto a ver. Él por supuesto me había buscado en reiteradas oportunidades y me había mandado ramos de flores que, por supuesto, había tirado a la basura. Aún seguía sin poder creer que se hubiera prestado para la idiotez que había cometido su hermano con Dasha. Seguía sin poder creer que por su culpa la habían secuestrado y torturado no sé por cuánto tiempo, lo que me hacía comprender que eran más peligrosos de lo que yo creía. Aunque claro, al saber a lo que se dedicaban era más que obvio, solo que yo me hacía la vista gorda por la atracción que sentía por él. Solté las hojas con fastidio al no entender absolutamente nada de lo que estaba leyendo y de un solo sorbo me tomé el café que quedaba en mi taza. Necesitaba concentrarme porque estaba trabaj
Ada SloanMordí mi labio con nerviosismo al terminar de escuchar las palabras de Dasha, quien se encontraba sentada frente a mí.Junto a ella se encontraba su esposo y a mi lado se encontraba Vlad, quien desde que habíamos llegado acariciaba mis piernas con la ñema de sus dedos. El acto lograba calmar mis nervios, por lo que no le había pedido que se detuviera. —De verdad lamento todo esto, Dasha —rompí el silencio de la habitación disculpándome enseguida —. No ha sido mi intención causarte molestias con respecto a este tema, sé lo difícil que debe ser para tí recordar todo eso —confesé con un nudo en la garganta. Desde que habíamos llegado a la mansión del menor de los Vólkov, mis emociones parecían haberse montado en una montaña rusa y estar atravesando la curva más grande que pudiera existir. Comenzando por el hecho de que Vlad me presentó como su novia ante Dasha y su hermano; quién era un hombre que hablaba muy poco y tenía cara de pocos amigos. Aún así, había sido muy amable
Ada Sloan Solté un largo suspiro y finalmente me atreví a hablar luego de varios minutos en silencio. —Lo siento, Vlad —susurré con un nudo en la garganta.Nos encontrábamos sentados a un lado de la carretera desde que me atreví a ser sincera con él y conmigo misma. Porque sí, debía reconocer que mi actitud no había sido la más madura a pesar de todo lo que había pasado. Debía actuar como la mujer que era y no desde mi niña interior; ésa que aún pedía atención a gritos y a la que le estaba complaciendo el capricho de llamar la atención de Vlad. Él por su parte guardó silencio y no respondió, por lo que entendí que me estaba dejando expresarme con respeto y se lo agradecía.—Reconozco que la actitud que he tenido contigo desde hace algunos días no ha sido la más correcta ni madura y por ello te pido disculpas. —Nunca pidas disculpas, siempre ofrecelas —fruncí el ceño al escucharlo y él al entender mi gesto, continuó hablando —. Cuando te quieras disculpar con alguien, jamás le pida
*Este mensaje se repetirá en todas las historias publicadas con el fin de que todos los puedan leer*(...)Extrañaba con todo mi corazón posar mis dedos sobre el teclado y dejar volar mi imaginación, extrañaba sus comentarios que siempre me hacen llorar de la alegría al saber que lo que hago les gusta y que su cariño sigue siendo el mismo a pesar de mi larga ausencia. Han sido meses donde me he sentido realmente mal por no poder escribir en lo absoluto, pero mi mente simplemente se quedaba en blanco a la hora de querer escribir algún capítulo. La emoción que un día sentí creando las historias, se fué y no sabía cómo recuperarla. Para quienes están aquí desde el principio, saben que aproximadamente desde abril del 2023 entré en un bloqueo de escritor que no me permitió continuar con los proyectos que tenía en mente, siendo esta la razones principales de mi ausencia y la pausa de de todas las historias en actualización. Dos años me tomó poder salir del bloqueo y recuperar la inspiraci
•Vlad Vólkov• Un gemido de dolor se escapa de mi garganta sin que pueda detenerlo, el dolor punzante en mis costillas me hace retorcerme en la silla en la que me encuentro sentado en contra de mi voluntad y gruesas lágrimas corren por mis mejillas sin parar. La adrenalina y el dolor no me permiten pensar ni actuar con claridad, sé que debo salir de este sitio, sé que tengo que ir a protegerla a ella, pero también sé que la traición en este mundo se paga con muerte y más si se trata de mi propio padre. —¿Quedó claro o necesitas que te lo explique con peras y manzanas? —tomó mi quijada entre su gruesa mano y me obligó a mirarlo directamente a los ojos, mismos que no reflejaban más que rabia y maldad pura. Él no tenía corazón y se estaba encargando de demostrarlo con acciones. Asentí al recordar su pregunta y no pasaron muchos segundos hasta que mi cara giró a un lado por la fuerte bofetada que me propinó. Mi mejilla comenzó a arder al instante, acto que me hizo apretar los puños