CAPÍTULO 32 — Era mío.
Sofía.
—Ella estaba algo desorientada cuando la metí en mi auto. La llevé al hospital con urgencia, y allí la atendieron. Sin embargo, cuando ella me miró por primera vez, vi angustia en sus ojos. Y conozco perfectamente el sentimiento, crecí viendo a mi madre en esa condición con Rafael…
Apreté mi mandíbula recordando las palabras de la abuela.
—No sé por qué me quedé todo el día en ese hospital con ella. Conectamos de alguna forma, y créeme, no era el tipo de mujer con la que solía salir. Es como si…
—Es como si hubiese despertado tu instinto protector… —terminé por él, mientras Gael asintió lento.
Saber estas cosas me generaban un nudo en el estómago.
—Supe por Camila la condición de su familia. No estaban en la calle, pero no era la mejor. Tenían deudas, y en ese entonces me dijo que trabajaba en algunas casas con su madre limpiando.
Apreté mi mandíbula. No sabía a ciencia cierta por qué me temblaba todo el cuerpo. Sabía algunas que me estaba contando, pero tenía tanto mied