Álvaro regresó a la oficina, Jisso y Salvatore decidieron pasar el día juntos como los hermanos que se consideraban, se unieron a ellos Axel Thiago y Julianne.
Salieron bajo la estricta y discreta vigilancia de Christián y sus guardaespaldas.
Rómulo se despidió de su nieto pidiéndole a Danielle llevarla.
— Vamos Daniella, te llevo.
— Gracias don...
Rómulo puso un dedo en sus labios haciendo estremecer hasta el último átomo en el cuerpo de Daniella.
— Simplemente Rómulo. — Danielle lo miró a los ojos, esos ojos grises profundos que cada día no salían de su mente.
— Ro.. Rómulo. Yo, yo no podría llamarlo así nunca. — Rómulo la miró levantando una ceja.
— ¿Nunca? — Interrogó algo sorprendido.
— Yo yo, Rómulo.
— Shiii no digas nada Daniel, solo déjame soñar.
— ¿Soñar? — Danielle no creía lo que escuchaba ¿Que quería decirle con, déjame soñar?
— Si Daniel, soñar, soñar contigo, soñar que no existe límites para la edad.
— ¿Edad? ¿Que tiene que ver la edad con los sueños que uno tenga? La e