— ¡Por favor apúrate Rómulo! ya no puedo más. ¡Aaaah! ¡Aaaah! Diooos¡ ¡por favor. Se va a salir!
— Tranquilizate, mi vida ya llegamos, ya llegamos.
Danielle estaba en labor de parto, sus uñas se clavaron en el brazo de Rómulo, pero eso era nada para él dolor que ella sentía.
— ¡Llegamos! ¡Una camilla! ¡Una camilla!
Gritó desesperado las enfermeros pronto llegaron y la trasladaron al la sala de partos.
Kiara, Rómulo y Salvatore llegaron para estar presente, a Kiara la faltaba tres meses para la llegada de sus hijas.
— Esta vez estaré presente en el nacimiento de mi hija, tranquila mi amor.
— Estoy, estoy tranquila.
Danielle tomó la mano de Rómulo para sentirse apoyada en alguien.
Y quien más que el padre de sus hijos.
— ¡Aaaah! ¡Diooos!, esto duele mucho.
— Cuando te diga puja lo haces Danielle. ¡Ahora! Puja Danielle puja, tu hijo quiere salir puja.
— ¡Mmm! ¡Aaaah! ¡Diooos!
El dolor le hacía apretar la mano de Rómulo, un pujo, un grito más y buaaa.
La sala se llenó con esa melodía que R