Una semana después de la visita a su hijo, Kiara estaba mas tranquila, un peso menos que la agobiada.
Recibió la llamada de Salvatore, para decir que ya su padre lo visitaba cada dia.
— Pero hijo, tienes que decirle la verdad de que eres tú. ¿como se te ocurre decir que eres Derek De la Hoz, mi amor?.
— Tenía que saber sus razones, madre.
— ¿Razones? — Cuestionó Kiara sintiendo que su hijo sabía mucho mas de lo que ella imaginaba.
" ¿Será? " Se cuestionó mentalmente.
— Madre quiero conocerlo sin que sepa que soy yo.
— Es tu decisión hijo, confío en ti, ya eres un hombre. Mi bebé, ya es un hombre, te amo hijo mío.
— Y tu la mamá de mi vida, y mi abuelo el padre de mi vida los amo a los dos, y los protegeré madre.
Hablaron por mucho tiempo se despidió, y su asistente le informó de la hora de la junta.
— Señora Kiara ya todos está en la sala de juntas.
— ¿Los directores encargados de los asesores financieros?
— También señora, solo falta usted.
— ¿Mi Padre llegó?
— Dijo que deja todo