Donatello miró salir a Kiara, todo lo que presenció fue una escena de amor entre Álvaro y Kiara.
No podía creer lo que veia. ¿Lo olvidó a él?
Sus nudillos se tornaron blancos por la presión de sus puños apretados, sus dientes presionado marcaban su quijada y su mirada profunda y oscura ocultaba el dolor que sentía en su pecho, caminó al estacionamiento subió a su auto y salió de ahí como si cientos de demonios lo persiguiera.
Kiara subió a su auto y salieron del lugar.
Los días pasaron convirtiéndose en semanas y estás en meses, y Donatello nuevamente estaba en la oficina dirección general del high school, donde estudiaba Salvatore.
— Señor director vengo nuevamente, por el joven Salvatore De la Rosa.
— Se le envío aviso de que usted estaría aquí, pero no sé por qué aún no llega.
Con esa respuesta Donatello sabía que nuevamente ese día, se marcharía sin ver a su hijo.
Salió de la oficina del director, caminó por los pasillos y de pronto un joven colisionó con él.
— ¡Disculpe señor! N