Nahia y Aaron se miraron por un solo segundo antes de salir corriendo hacia el edificio central. Los murmullos y la estela de niños asustados los dirigió a la cocina para encontrarse a Meli y a Maddison desesperadas frente a la puerta de la nevera.
—¿Qué pasó? —le gritó Nahia llegando.
—¡Camille,