—¡Hellooooo! Aún estamos aquí. —Eliza chilla y Marcos por fin toma distancia de Julie.
Cuando lo hace, la mirada de su mejor amigo es de confusión y reproche.
Pero le importa muy poco lo que su amigo Luciano opine en estos momentos. Él no está en posición de juzgarlo y ya tendrá el momento de explicarle lo que está pasando.
Aunque no es su deber. Pero lo hará, porque es su mejor amigo y también porque ante la sociedad tiene una fachada de compromiso que mantener.
Entrelazando su mano con la de Julie, Marcos espeta mirando a Eliza:
—Julie se quedará conmigo ésta noche. Solo te aviso, para que luego no llames a la policía.
—¡Qué! —Eliza grita— ¿Es una broma verdad? —Ella divaga la mirada entre los tres, hasta que le sostiene la mirada a su mejor amiga— ¿Julie? ¿Tú no dirás nada al respecto?
—Hmm… —Ella se traba y sonrojándose desvía la mirada.
—¿No vas a decir nada? —Su amiga vuelve a preguntar.
—Te lo estoy diciendo yo. —Marcos réplica y Eliza pone los ojos en blanco.
—¡Cállate, Marcos