—¿Crees que algún día lleguemos a amarnos tanto, así como los amamos a ellos? —Luciano susurra pensativo y Julie asiente con firmeza.
—Sí, lo creo. Incluso mucho más.
—Me alegra que creas eso, porque pienso que vamos por buen camino...
—Comparto ese pensamiento, por algo Eliza y Marcos querían que estuviéramos juntos.
Luciano suspira y musita:
—Un año juntos no ha sido suficiente, pero el resto de nuestras vidas...
—Sera suficiente para aprender a amarnos mucho más cada día —Ella suspira con sentimiento—. Porque ya no me veo con otra persona que no seas tú.
Luciano sonríe con ternura y, acurrucandose mucho más a su lado, la abraza. Segundos después, Julie deposita un tierno beso en sus labios y él, encantado de la vida, lo intensifica, para luego susurrar entre besos:
—Tampoco me veo con otra persona que no seas tú.
Julie sonríe con sinceridad y ladeando la cabeza, los recuerdos la invaden. Antes no veía una vida sin Marcos, estuvo hundida en el dolor por mucho tiempo, pero Luciano si